¿Es aquel que nació de real linaje
y a quiénes súbditos alaban desde niño,
a quién lo visten y trasladan en carruaje,
para observar la extensión de su dominio?
¿No es acaso aquel que en su destino
al heredar nombre plebeyo de humildad,
elevándose del lodo a lo Divino,
graba su nombre en Gloriosa Eternidad?
¿No es aquel que después de ir cabalgando,
por mucho tiempo fatigado y dolorido,
se apea de su corcel y sigue andando…
para ofrecerlo a un anciano o a un herido?
¿No es aquel que aunque sin servidores,
ni guardia real que lo custodie,
respeta del vecino sus honores,
aunque sea el ser que más le odie?
¿No es quién sabe dominar a sus pasiones
cuando le quieran abordar en inocencia
y que prefiere matar sus emociones,
antes de dar si alma a la indecencia?
¿No es aquel que despierta en el ajeno,
el buen deseo de vivir en Libertad
y que a su propia boca pone freno,
antes de hablar calumnia o falsedad?
¿No es quién ante el peligro es valiente
y aunque siervo obediente de su amo…
puede mirarlo a los ojos fijamente
y al ofensor arrepentido da su mano?
Pues quien alcance tal temple y no se quiebre,
será un rey con un reino ya previsto
Y aunque haya nacido en un pesebre…
tendrá por Rey, al Rey de Reyes JESUCRISTO.
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