martes, 16 de octubre de 2012

34.- Adversidad



Aunque parezca que nadie me escuchase
y que mis ruegos y plegarias fueron vanos,
no he de negar lo que soy… por lo que pase,
ni he de apelar ídolos paganos.

Si bien como hombre soy barro y pecador
y no alcanzo a interpretar a Tu deidad,
en mi espíritu… soy tu hijo Oh Señor
y aun castigado mantendré mi integridad.

Y aun sin comprender por qué soy perseguido
no sólo de los hombres… mas del cielo,
pacientemente esperaré ser redimido,
sin renegar de mi Fe, por mi desvelo.

Sólo diré cual Job… en amarguras…
“aunque me mates” o ignores mi oración…
contemplaré tu Gloria en las Alturas
y en mi carne veré tu Redención.

Por ello quiero aclarar que no hay poder
que logre mitigar mi Esperanza,
y aunque mi ADVERSIDAD no pueda comprender…
me sostendré como viendo a Tu Semblanza.

Y aunque mi grito parezca irrespetuoso
los Cielos y la Tierra son testigos…
que en Tu presencia yo he declarado ansioso,
mi confianza en Ti ante mis amigos.

Mas he aquí… sólo he quedado en mi dolor,
a compartir mis angustias… nadie viene
mas en silencio puedo sentir Tu Amor…
y Tu presencia invisible me sostiene.

Yo sé que cuando el precio sea pagado,
si persevero lealmente en mi pesar…
Tu borrarás mis tristezas del pasado
y aun en mi carne… tu Gracia he de gozar.


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