martes, 30 de octubre de 2012

37.- Diamante o Fantasia



Fui una  noche  de un artífice  joyero,
quien  tallaba  fantasías  en trazos  bellos,
y al mirar  una,  a la luz de un  candelero...
reflejaba  con  sus rayos gran  destello.

Mas  un viento  fugaz  y repentino,
hizo  apagar  aquella  llama  ardiente,
y con  la gran  oscuridad   que sobrevino,
aquel  destello   cesó  completamente.

Aún a oscuras  vi que  desde  otra  vitrina,
mientras él iba a encender   luz nuevamente,
surgía una claridad muy blanquecina,
de algún objeto  que brillaba refulgente.

Me aproximé  hacia  aquel  brillo  tan  puro,
presuroso    por  llegar  hasta  el lugar,
mas  de pronto...  al cesar  de estar  oscuro,
me  encontré    ante  una  piedra  vulgar.


Al  preguntarle  entonces   al joyero,
 me  contestó    con  gran  sabiduría:
-Puedo     tallar   un  diamante    verdadero...
mas,  no  puedo   dar  luz  propia   a fantasía.

-Así   también    en  la vida  muchos   seres
brillan   cual   la fantasía   por  reflejos,
 cuidando     sólo  sus  formas   exteriores...
 mas,   de  luz  y de  verdad   están   muy  lejos.

Entonces    comprendí     que  había   gran   ciencia,
en  ese  ejemplo    de  simple   protección,
pues  una  cosa  en  la persona   es su  apariencia
y otra   mayor   es lo que  hay  en  su  corazón.

Mas cual fue dicho: "si sois Vírgenes Prudentes
tomando  aceite y virtud en vuestro andar,
tendréis  luz en vuestras lámparas ardientes
y podréis seguir al Rey sin tropezar".

No hay comentarios:

Publicar un comentario