En un velero llamado SINCERIDAD,
partió del Puerto de La Ilusión un día,
un navegante hacia una travesía…
buscando el Puerto de La Felicidad.
Ya en medio del mar… desorientado,
al observar otro barco en travesía,
pregunto a su capitán si no sabía…
indicarle el rumbo tan deseado.
frunciendo el ceño dijo este al responder:
mira pues, muchos puertos eh tocado
pero ninguno que así se haya llamado
mas…debe estar en la Bahía del Placer.
Solo tienes que tus velas desplegar
y dejarte llevar por la corriente;
en esa ruta veras mucha gente…
que prefieren tales aguas navegar.
Así lo hizo y al entrar en la Bahía
y respirar la Brisa del Pecado,
comprendió que se había equivocado,
al ver enfrente al Puerto Cobardía.
Entristecido y virando mar adentro,
sin saber que tomar por referencia,
vio a otro velero cuyo nombre era PACIENCIA
que navegaba en dirección hacia su encuentro.
Desde su borda surgió un hombre saludando,
el cual le dijo con acento bondadoso:
creo saber lo que anhelas afanoso…
y puedo guiarte al lugar que vas buscando.
Pero… ¡Si sabes dónde queda tal ventura!
¿Qué haces aquí navegando en estos mares?
Toda criatura busca el Puerto en mil lugares…
y tu ambulando… ¿cómo explicas tu locura?
aunque lo hiciera no podrías entender,
mas, sigue tú la Ruta de Integridad,
y al llegar al estrecho Caridad
cruzándolo tu Puerto podrás ver.
Así partió SINCERIDAD alegremente
y al arribar al puerto de Felicidad
luego de un tiempo… sintió necesidad,
de compartir esa Paz con otra gente
Y regresando al mar dijo a su amigo
ahora sé por qué en servir con humildad
se encuentra la mayor felicidad,
por eso vengo a luchar junto contigo.
Y así después de cada niebla o tempestad
van en busca de un barco perdido
pues con sublime abnegación han aprendido…
que en el AMOR esta “La Gran Felicidad”.
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