Tu amigo es quien al advertir tu suerte,
se deleita sin envidia por tu dicha,
y si el destino te impone un golpe fuerte…
comparte sin falsía tu desdicha.
Es quien sabe amonestarte sin orgullo,
cuando yerras o desvías tu camino,
y quien prefiere partir de al lado tuyo,
si está estorbando tu meta y tu destino.
Es aquel que cuando todo se te opone
y te rodea calumnia y adversidad…
saca su espada de esperanza y se dispone,
a derrotar tu amarga soledad.
Es quien cuando la fama te ha alcanzado,
también se alegra lleno de emoción,
pero no corre a decírtelo a tu estrado,
sino que te ama silencioso de un rincón.
Y si a la inversa, el destino lo ha elegido,
para encumbrarlo muy alto en las alturas…
jamás se olvida de aquel que lo ha querido
y desciende a buscarlo en las llanuras.
Para ganar un amigo como tal…
la justicia exige un precio superior,
es menester ser noble y bien leal,
pues no hay amigos para ningún traidor.
Si tu no eres capaz de proceder,
de esta forma con quien quieres su amistad,
no seas tan torpe de pretender querer,
otro salario que el de la reciprocidad.
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