jueves, 9 de agosto de 2012

5.- Mi Dios Y Mi Destino


¿Por qué oh Señor has decretado,
que debo yo creer para agradarte?
¿Por qué si vives nunca te has mostrado
y debo ser yo quien tenga que buscarte?

Muchos caminos seguí ansiosamente,
muchos anhelos luchando he conquistado,
mas nunca supo mi alma indiferente,
alcanzar el sabor de lo Sagrado.

Rodeado estoy de vanidad y lodo
y mi conciencia arde abrazada en llamas,
ya no me importa el no saberlo todo…
sólo quiero saber si aún Tu me amas…

Ahora sí, como nunca te suplico
que me dejes conocer tu Amor Divino,
muchas teorías estudié y aún no me explico
que tu puedas ser ajeno a mi destino.

Cuantas veces intenté aturdir mi mente,
cargándome de ficticias emociones,
mas hoy arrepentido humildemente…
quiero entregar al corazón mis decisiones.

Yo se que soy impuro ante tus ojos…
que mi carne no soporta tu Exelencia,
y aunque tu resplandor consuma mis despojos,
ya no puedo seguir sin tu presencia.

Sin más altar que mi fe, aquí arrodillado,
quiero sentir tu juicio o tu caricia,
y aunque estoy con miedo y humillado…
te pido me juzgues o limpies mi inmundicia.

YO SOY TU DIOS y aunque marco tu destino,
lo hago consultando mis intentos,
y según tu corazón siga un camino…
así en justicia se forjan tus eventos.

No es la palabra que se lleve el viento
la que logra llegar a mi morada…
es sólo el corazón y el pensamiento,
quien marca el rumbo que al hombre más agrada.

Tu nunca me hubieras perdonado
si yo dictara tu destino en egoísmo,
sin permitir que tu te hayas probado…
para saber lo que quieres por ti mismo.

Ahora ya sabes que en tu eterna trayectoria,
Yo te he cuidado con mi Amor Divino,
y aunque te di el ser y una esperanza en gloria…
tu eres el dios de tu propio Destino.

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