Encontré en mi camino a un ser malvado
y me dispuse sus obras a transformar,
pero vi que debía haber empezadeo…
por cambiar su manera de pensar.
Procuré cambiar sus pensamientos,
intentando dar moral, mas fracasé;
pues vi que faltaban fundamentos,
que sólo pude brindar la buena fe.
Me dispuse después a adoctrinarle,
comenzando a enseñarle religión,
pero vi que solamente podía darle,
lo que había en su propio corazón.
Traté de encontrar una respuesta
y sólo una satisfizo mi conciencia:
“que la esencia del hombre se demuestra
por la Justicia que acepta en su creencia”
Pues si el hombre actúa como piensa
y el pensamiento es la fe que lo provee,
para cambiar del hombre su conciencia
hay que dar luz a lo que el hombre cree.
Vi entonces que hay sólo una manera
y es enseñarlo a hablar con Dios en oración
pues sólo ÉL a un alma sincera…
puede limpiarle su turbio corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario