Al tratar de recordar mi historia
cuando empezó mi vida no percibo,
mas sí recuerdo desde cuando vivo…
según lo alcanza tan lejos mi memoria.
Pues tengo bien grabado yo en mi mente
que aparecí en un patio muy soleado
con un parral pleno de uvas adornado
y en una hamaca meciendo lentamente.
Y aunque mi madre dice porfiadamente
que tenía dos años cuando eso sucedió…
yo no me explico qué fue lo que pasó
con todo el tiempo vivido precedente.
En otra ocasión aun más curiosa,
los cielos refrescando mi conciencia
me declararon que viví en la pre-existencia
cerca de Dios una vida muy hermosa.
Si confiare solamente en mi memoria
jamás podría, por mas que ponga empeño,
recordarme de tan noble y bello sueño
de haber vivido en tan sublime y dulce Gloria.
Mas cuando ahora veo nacer algún retoño…
sé que aún cuando vive… no registra pensamiento,
mas dos testigos sellarán su nacimiento
legalmente dando fe y testimonio.
Así también si nuestro Padre Dios del Cielo
nos proveyera algún testigo o testamento…
procurad no hacer vano el juramento
porque tendréis que responder “después del velo”.
Por eso antes de decir “yo no veo”
ni recuerdo con mi mente temporal,
nunca niegues a tu Padre Celestial
ni te avergüences de decir “Yo Creo”.
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